Geinsa, empresa fabricante de instalaciones automáticas de pintura con base en Erandio (Bizkaia), que desde su fundación en 1967 ha evolucionado “constantemente integrando tecnologías de vanguardia”, ha logrado en sus 58 años de trayectoria consolidar “una evolución en la facturación con un incremento controlado y asegurado, manteniendo la filosofía de crecimiento sostenido”, especifica su director de operaciones, Jon Franco. Estas características le han permitido contar con un volumen anual de negocio “que ronda los 10-12 millones de euros”.

Parte del éxito labrado por Geinsa durante casi seis décadas radica en la evolución experimentada por la compañía en estos últimos años, una transformación que se fundamenta en “la inversión en nuevos recursos para incrementar la capacidad productiva, así como en conseguir la confianza de nuestros clientes siendo su ‘partner’ tecnológico en el ámbito del acabado y tratamiento superficial”, según comenta el director de operaciones de Geinsa.

De cara a futuro, el COO de la empresa asegura que la compañía proyecta “continuar con el crecimiento sostenido con un aumento del 2%-4% anual”. Y, entre otras muchas cuestiones, para ello será indispensable mantener sus actuales líneas de actividad -instalaciones de tratamiento de superficie, cabinas de pintura líquida y polvo, hornos de secado y polimerizado, instalaciones de aplicación de líquidos penetrantes o de cataforesis-, unos ámbitos que le ha permitido mantener un alto nivel de exportaciones al exterior. Según evidencia Franco, la firma “exporta anualmente aproximadamente el 70% de su producción”. En todo caso, habría que precisar que “los porcentajes varían mucho cada año, ya que se trata de grandes instalaciones que representan un porcentaje elevado”.

Los principales países de destino de estas instalaciones son México, EE.UU., Marruecos… y, por supuesto, Europa.

Pero, pese a haber logrado llegar a numerosos puntos del mundo, la empresa erandiotarra no descarta continuar su expansión . “Atendemos las necesidades de nuestros clientes allí donde lo requieran. Es difícil predecir la expansión, pero creemos que EE.UU., México y Centro-Europa seguirán siendo nuestro ámbito de acción”, según avanza su director de operaciones.

Otro punto clave para la estrategia de Geinsa es “mantener la ventaja competitiva en el mercado” que le brinda la I+D, que “tiene un valor estratégico muy importante”, ya que también le permite “responder a las crecientes demandas de eficiencia, sostenibilidad y tecnología avanzada en la industria de la pintura”. Tanto es así que, “de acuerdo con la filosofía de Geinsa, en cada nuevo proyecto se intenta incorporar innovaciones que representen un 5%-10% máximo. De esta manera aseguramos mantener a la empresa como un referente a nivel tecnológico, teniendo una evolución sostenida y controlando el riesgo”, apunta el responsable de la compañía, que cifra en “entre 12 y 18” los proyectos anuales que desarrollan siempre bajo una premisa específica que hace a sus productos ser diferenciales: “la capacidad de conseguir soluciones personalizadas e innovadoras a necesidades complejas de cada cliente”.

En su larga trayectoria, Geinsa ha colaborado con una amplia gama de empresas en diversos sectores industriales. “Entre 3.000 clientes es muy difícil citar a unos pocos”, confiesa Franco, pero entre los proyectos más destacados se encuentran los desarrollados para CAF -firma de diseño y fabricación de material ferroviario-, Haizea Wind Group -grandes componentes para la industria eólica, como torres, cimentaciones ‘offshore’ y estructuras para aerogeneradores-, Fagor Ederlan -componentes para la industria automotriz-, Windar Renovables -torres para aerogeneradores-, GRI Renewable Industries -torres y bridas para la energía eólica-, Borgwarner -componentes y piezas para la industria automotriz-, Mecalux -diseño, fabricación y distribución de soluciones de almacenamiento y sistemas de intralogística- o Lecitrailer -fabricante de remolques y semirremolques-.

Estos clientes reflejan “la versatilidad y capacidad de Geinsa para adaptarse a las necesidades específicas de diferentes industrias, ofreciendo soluciones de pintura y tratamiento de superficies de alta calidad y ‘ad hoc’”, destaca.

En lo que respecta a los proyectos que maneja en la actualidad, “llevamos unos años trabajando e implementando en nuestras instalaciones sistemas que permitan a nuestros clientes mejorar su eficiencia energética, reducir su huella de carbono y gestionar la información propia de las máquinas para mejorar en productividad, impacto y sostenibilidad”. Así, hoy en día están trabajando “en sectores muy relacionados con energías renovables y fabricación de elementos de baterías eléctricas para el sector automoción, incorporando en las instalaciones/máquinas sistemas híbridos de calentamiento, uso de energías no convencionales y monitorización de procesos-mantenimiento”.

De cara al futuro, las inversiones de la compañía irán encaminadas a mejorar sus instalaciones de en Erandio -dos centros productivos que disponen de más de 3.000 m² y entre 40 y 45 personas en plantilla- para disponer de maquinaria “que asegure la evolución de la empresa, como en la incorporación de tecnología del mercado en las soluciones hacia nuestros clientes”. Y, por otra parte, invertirán en “la formación del personal en todas las tecnologías de nuestro ámbito”, que consideran “fundamental para conseguir mantener la evolución y sostenibilidad de la empresa. En concreto, las tecnologías en IA son una de las áreas que estamos promoviendo”. Igualmente, apostilla que “nuestra visión de futuro está focalizada en continuar siendo el referente nacional en el sector del tratamiento y acabado superficial. Para ello seguimos explorando nuevas oportunidades y reforzando su posición en el mercado global. El objetivo es continuar desarrollando soluciones innovadoras y fortalecer nuestra reputación en la industria”.

Asimismo, la sostenibilidad se ha convertido en “uno de nuestros pilares”. No en vano, “contribuimos de manera sustancial en la mejora de los consumos energéticos de nuestros clientes a través de las instalaciones cada vez más optimizadas. Además, mediante el estudio y cálculo de la huella de carbono, trabajamos en nuestras propias fábricas para reducir nuestro impacto ambiental”, finaliza el responsable de Geinsa.

Noticia original: Estrategia Empresarial