El consorcio de Harsh se ha propuesto abordar de forma coordinada varios retos comunes que plantea el aprovechamiento energético en entornos marinos

RETO Nº1: Offshore Oil&Gas
Como consecuencia de las crisis del petróleo, y la necesidad de buscar yacimientos alternativos, en los años 80 empezó a desarrollarse la exploración offshore, y en particular en aguas profundas. En 2015 ya estaba previsto que aproximadamente el 10% de la producción mundial de petróleo proviniese del entorno submarino. Este contexto genera unas perspectivas interesantes en este mercado para aquellas empresas que dispongan de la tecnología adecuada para hacer frente a los retos que se plantean en la fabricación de componentes y sistemas, sus diseños y los materiales utilizados, que puedan trabajar en el medio marino.

RETO Nº2: Offshore wind
El escenario energético actual debe evolucionar y contribuir en consecuencia a una economía energética medioambientalmente sostenible. En este sentido, la energía eólica offshore se posiciona como una alternativa con excelentes perspectivas de futuro, si bien hoy en día su nivel de implantación es ya apreciable. Sin embargo, su ubicación en el mar, la complejidad de todas las actividades de instalación y O&M de los parques offshore así como los requerimientos y exigencias cada vez más restrictivas de suministro de corriente, hacen que las inversiones actuales y futuras necesarias para la puesta en marcha y operación de este tipo de plantas sean muy grandes.

Por tanto, supone un gran reto tecnológico y hace necesaria una apuesta a medio y largo plazo para desarrollar soluciones tecnológicas alternativas para parques offshore que contribuyan a incrementar la fiabilidad y la calidad de la energía producida por los parques eólicos offshore y que en última instancia, contribuyan a hacer la energía offshore rentable incluso para las ubicaciones futuras.

RETO Nº3: wave energy
El País Vasco con sus 150 kilómetros de costa, dispone de un gran potencial para generar energía por medio del oleaje. Por ello, planes como la 3E2020, el PCTI 2015 y la Estrategia EnergiBasque tienen como objetivo acelerar el desarrollo tecnológico y comercial de las energías marinas, para colocar al País Vasco a la vanguardia del conocimiento y como referente para el desarrollo industrial en este sector emergente.


Estos retos derivan de dos características fundamentales que presenta el aprovechamiento energético offshore: por un lado, las condiciones hostiles que supone el propio medio y por otro lado, la necesidad de reducción de costes. En este contexto, se evidencia que el desarrollo de las energías fósiles y renovables se encuentra claramente en una fase orientada a la “MARINIZACIÓN” de instalaciones, sistemas, componentes.