La energía solar fotovoltaica ha alcanzado en los últimos años una posición muy destacada en la generación renovable a nivel global. China es actualmente el mercado más potente, seguido por Estados Unidos, India, Japón y Vietnam, si bien países europeos como Alemania y España están progresando con fuerza.

El descenso en el precio de las celdas y módulos solares ha desempeñado un papel sustancial en el aumento de la competitividad de la fotovoltaica frente a otras fuentes de generación, con una reducción del LCOE (Levelised Cost of Electricity) en torno al 80% en la última década, y cuya progresión descendente se espera mantener en los próximos años gracias a las mejoras en rendimiento y costes de instalación.

La irrupción del autoconsumo fotovoltaico como resultado de la reducción de costes, la incorporación de sistemas de almacenamiento y la flexibilización del marco regulatorio – particularmente en España - abre también interesantes perspectivas para las empresas en el ámbito de la generación distribuida.

La cadena de valor vasca debe prepararse para el gran crecimiento que va a experimentar el sector fotovoltaico en el proceso de transición energética en los próximos años promoviendo la innovación tecnológica, mejorando su competitividad y explorando nuevos modelos de negocio que contribuyan a consolidar su posicionamiento internacional.