1 • Reducción sostenida del LCOE 

La reducción del LCOE (Levelized Cost of Energy) de la energía solar FV, que hasta la fecha se ha debido principalmente a la reducción continuada del CAPEX a través de la optimización de los costes de fabricación de módulos y componentes (Balance Of System, BOS) y de la mejora del rendimiento de la tecnología de silicio cristalino, deberá orientarse a futuro hacia la reducción del OPEX en la Operación y el Mantenimiento (O&M), tanto en las grandes plantas como en los sistemas fotovoltaicos distribuidos.

Previsión del reparto de costes en el LCOE a 2050            

©Fuente: EU PVSEC

2 • Integración de la energía fotovoltaica en las redes de distribución o en microrredes eléctricas aisladas

Las fuentes de generación basadas en energía renovable fluctuantes por las condiciones meteorológicas (eólica y fotovoltaica) se caracterizan por la complejidad de su gestión, lo que requiere introducir mayores niveles de flexibilidad en el sistema. Por este motivo, la hibridación de instalaciones fotovoltaicas con unidades de almacenamiento es una de las formas de favorecer la integración de la tecnología fotovoltaica en la red.

3 • Transformación digital del sector energético, y en particular del sector fotovoltaico

La digitalización es una palanca de transformación fundamental en el sector energético. En los últimos años se ha priorizado el despliegue de sensores y plataformas IoT con el objetivo de capturar grandes cantidades de datos que, a día de hoy, están siendo infrautilizados. El procesamiento adecuado de estos datos mediante técnicas analíticas avanzadas como la Inteligencia Artificial, puede contribuir a mejorar el diseño, la planificación, la operación y el mantenimiento de las redes eléctricas de distribución, facilitando una gestión energética eficiente que favorecerá a su vez la descarbonización del suministro energético.