Search engine :
Return to the menu
24 Apr 2022
Jose Ignacio Hormaeche, Director General de la Asociación Cluster de Energía (ACE), en una entrevista realizada por Manu Alvarez para El Correo publicada el pasado 24 de abril, destaca que la apuesta de Europa por la transición energética se va a acelerar tras la invasión de Ucrania, lo que conllevará oportunidades para el sector industrial y tecnología del País Vasco.
Fuente: El Correo (Manu Álvarez)
Es un convencido de las bondades de la transición energética hacia un mundo sin emisiones de carbono; de ahí que piense que la guerra de Ucrania y sus consecuencias son un acicate para reflexionar y tomar impulso. Nada de ir hacia atrás. Ingeniero de Caminos, toda su vida profesional ha estado ligada a la energía. En el campo privado, como directivo de la antigua Gamesa. Tuvo también su experiencia en el ámbito público como director general del Ente Vasco de la Energía -haber estado en el cargo primero con un Gobierno del PNV y luego en otro del Partido Socialista dice bastante de su solvencia técnica e independencia política-, para recalar en una asociación empresarial que busca denominadores comunes entre sus miembros. José Ignacio Hormaeche, director general del Clúster Vasco de la Energía, está convencido de que se pueden sacar lecciones de la guerra de Ucrania.
- La energía se ha convertido en el epicentro de todos los problemas tras la invasión rusa.
- Es una crisis poco previsible y hay que reconocer que hemos pecado de optimismo. Siempre piensas que puede fallar algo, pero no todo. Y en este caso se han puesto en cuestión los tres pilares sobre los que se asienta el mundo de la energía: los costes, la sostenibilidad y la seguridad de suministro. Los tres están afectados.
- ¿No le parece que se les ha ocultado a los ciudadanos o al menos no se les ha instruido lo suficiente en la idea de que la transición energética tiene un coste y son ellos quienes lo van a pagar?
- En la transición energética hemos sido demasiado optimistas. Quizá nos habíamos relajado en esa idea central de que la geopolítica siempre ha jugado un papel importante en la energía. Lo acepto, ha fallado la pedagogía.
- Atrévase a hacer una predicción. ¿Tendremos precios del gas altos durante mucho tiempo? Eso también significa precios de electricidad altos...
- Me atrevo con la bola de cristal a condición de que si fallo nadie me lo eche en cara. Creo que en una situación de estabilidad volveremos a precios más razonables. La guerra nos va a servir de escarmiento para depender menos de Rusia.
- ¿Precios como los de hace un año, por ejemplo?
- Lo dudo. Incluso sin guerra cabe esperar que haya consecuencias en las relaciones entre los países y que eso reduzca el número de proveedores de Europa. Además, el esquema previsto de los costes de emisión de CO2 tiende al alza. No parece lógico pensar en volver a precios del pasado.
- La invasión de Ucrania, ¿va a acelerar la transición energética o va a rescatar la tentación de recuperar el carbón, por ejemplo?
- Sin dudarlo, va a ser un aliciente para avanzar más en la transición. La apuesta política de Europa en ese sentido es muy fuerte y hay que reconocer que al País Vasco nos viene bien porque tenemos un sector industrial y tecnológico con muchas capacidades.
- En este contexto, con el gas como producto escaso, ¿cree que ha sido un error prescindir del gas que existe en nuestro subsuelo?
- Sí, ha sido un error abandonar las posibilidades que da obtener gas en el País Vasco. Más aún, ha sido un error renunciar a evaluarlo, a saber cuánto hay, dónde y qué técnicas se podrían utilizar en cada caso para su extracción. Hemos renunciado a tener el mapa.
- Pero hubo un respaldo muy amplio en el Parlamento vasco.
- Sí, es cierto. Sería bueno un mayor consenso político entre los principales partidos vascos en torno a la energía, porque hay bastante dispersión. Dentro de un mismo partido hay posiciones contradictorias según qué institución o incluso qué ayuntamiento aborde cada cuestión.
- La oposición que existe en Euskadi a instalar más parques eólicos...
- Existe, no se puede negar. Pero también creo que forma parte de las batallas políticas. En cualquier caso, yo no creo que lo importante en Euskadi sea tener instalados muchos megavatios. La cantidad no debe ser nuestro objetivo. Por razones industriales, que es donde está nuestro fuerte, creo que debemos ser pioneros en instalaciones que apuesten por nuevas tecnologías. Lo nuestro debe ser apostar por un plus de innovación. Y todo ello siendo muy rigurosos en el respeto al medioambiente.
- En las próximas décadas, ¿podemos ver algún parque eólico marino frente a la costa vasca? Si quiere, por darle más margen, digamos que en dos décadas...
- Un parque comercial, lo dudo, pero estoy seguro de que sí tendremos alguno con carácter experimental, en fase precomercial.
- Curiosamente, la industria eólica vasca no atraviesa su mejor momento.
- Ocurren dos cosas. La primera, que los planes en toda Europa han ido muy lentos. Los parques instalados son la mitad de lo que estaba planificado. Pero también es verdad, y lo ha dicho ya la Comisión Europea, que hay que replantearse el sistema de subastas.
- ¿A qué se refiere exactamente?
- El desarrollo tecnológico ha permitido que la generación eólica sea competitiva, de ahí que las adjudicaciones se realizan ya atendiendo solo a la oferta de precio. El más barato obtiene la adjudicación. Pero eso está destruyendo nuestra industria. Si un promotor de un parque tiene que competir sólo por precio, está obligado a medir mucho la inversión. Como resultado, optará por máquinas chinas en vez de europeas.
- ¿Y cuál es la solución?
- También lo ha dicho ya la UE. Un 30% de la puntuación en las adjudicaciones debería tener en cuenta cuestiones que no son precio. Esto es, el impacto en el empleo local, el conjunto de la inversión, la reciclabilidad... Tenemos que proteger nuestra industria.
- Estamos en un momento de ebullición del hidrógeno. ¿Cuánto hay de cierto en todo lo que se dice?
- Hay mucho, pero hay que advertir que en la energía los grandes cambios necesitan décadas para convertirse en realidad. Fíjese los años que llevamos hablando del vehículo eléctrico y dónde estamos todavía. En Euskadi se dan las premisas para poder jugar un papel importante en el hidrógeno. Tenemos empresas que son grandes consumidores en sus procesos de producción, como es el caso de Petronor, y también una industria que necesita buscar alternativas energéticas. Tenemos también un entramado industrial que está dispuesto a aceptar el reto del desarrollo tecnológico. Es una buena base de partida. Pero insisto, es cuestión de décadas. Ahora toca invertir y mucho para recoger dentro de algún tiempo.
Disponible la entrevista completa en el SICC-E:
Keyword
Innovation
C/ San Vicente 8, Edificio Albia II.4ª plta Dpto. B. Dcha. 48001 Bilbao
Tel. 94 424 02 11
mail@clusterenergia.com